
El sector de la construcción y demolición es uno de los que más residuos genera a nivel mundial. Desde restos de hormigón, ladrillos y madera, hasta materiales peligrosos como ocurre al retirar amianto. Su impacto ambiental es considerable, estos materiales y residuos contribuyen a la contaminación de suelos, aguas subterráneas y a la generación de gases de efecto invernadero.
En ocasiones, los escombros no se gestionan de la forma adecuada, por lo que es importante adoptar prácticas sostenibles. Reducir, reutilizar y reciclar materiales puede minimizar el impacto ambiental además de reducir costes de construcción.
En este artículo te contamos cómo reducir los residuos de construcción y demolición, como clasificar y separar los escombros y deshechos en las obras y las ventajas de hacer una gestión eficiente.
Reducir los residuos de construcción y demolición
Los residuos de construcción y demolición de estructuras generan un impacto ambiental importante. Uno de los mayores problemas es la contaminación de suelos y aguas subterráneas. Algunos materiales como el yeso, las pinturas o el cemento pueden liberar sustancias tóxicas que pueden acabar filtrándose, contaminando el subsuelo e incluso afectando a la calidad del agua potable.
Otro gran problema es el agotamiento de recursos naturales que provocan algunas prácticas en la construcción. La extracción intensiva de materias primas como arena, grava, madera y minerales para fabricar materiales genera un gran desequilibrio ambiental. Aparte de esto, los vertederos de gestión de residuos de construcción están cada vez más saturados, obligando a crear nuevos espacios para poder gestionar todos los desechos.
Reducir la cantidad de residuos generados, aparte de tener un impacto positivo en el medio ambiente, conlleva algunos beneficios para las constructoras. Por ejemplo, disminuye los costes asociados como el transporte y las tasas de vertedero.
Contribuye también al cumplimiento de las normativas de gestión de residuos detallados en el Real Decreto 105/2008, lo que puede evitar sanciones y multas. Además de mejorar la imagen de la empresa, ya que cada vez se valoran más positivamente los proyectos de construcción que apuestan por prácticas sostenibles.
Planificación de proyectos para minimizar residuos
Planificar proyectos con una visión y un enfoque sostenible es clave para minimizar la generación de residuos y reducir el impacto ambiental.
Además de tratarse de una práctica sostenible, minimizar la generación de residuos en construcciones y demoliciones ayuda a mantener un entorno laboral más organizado y seguro para los trabajadores. Hacer una buena gestión y reducir residuos también implica aprovechar materiales reutilizables y reciclables, cosa que afecta directamente a los costes del proyecto.
Algunas estrategias que se pueden llevar a cabo para hacer una buena gestión de residuos son:
- Dimensionar correctamente los materiales: calcular las cantidades de material necesarias para cada proyecto evitará compras innecesarias o insuficientes.
- Evitar desperdicios en cortes o ajustes: para aprovechar al máximo cada pieza es importante hacer una buena planificación del diseño, minimizando los desperdicios por recortes y sobrantes.
- Optimizar recursos: para optimizar los recursos disponibles se pueden utilizar materiales sobrantes de proyectos anteriores o materiales reciclados, reduciendo la necesidad de comprar nueva materia prima.
- Clasificar y separar materiales: para facilitar su reutilización o transporte hasta el vertedero adecuado, es una buena práctica separar los escombros según el tipo de material.
- Almacenamiento de los materiales: es importante almacenar de forma correcta los materiales como sacos de cemento o madera, de esta forma se evitarán daños por la humedad y otros factores climáticos que podrían deteriorarlos y generar más desperdicios.
Uso de materiales reciclados y reutilización
Incorporar materiales reciclados en nuevas construcciones no solo disminuye la generación de residuos, sino también elimina la necesidad de compra de nuevos materiales.
Algunos residuos y materiales de construcción sobrantes como el hormigón y los ladrillos pueden convertirse en áridos reciclados muy útiles. Por ejemplo, la trituración de escombros resultantes de cortar hormigón se puede utilizar para carreteras, pavimentos y hormigones no estructurales. El ladrillo puede convertirse en un agregado ideal para morteros.
Otros materiales de obra que pueden reutilizarse sin tener que pasar por ningún proceso de reacondicionamiento son:
- Vigas de acero: una vez se hayan inspeccionado y limpiado, se pueden utilizar en nuevas construcciones sin comprometer su estabilidad.
- Puertas: tanto las puertas de madera o de metal pueden reutilizarse en nuevos proyectos, aunque a veces requieren pequeños ajustes o modificaciones, evita tener que fabricar nuevas puertas desde cero.
- Elementos de carpintería: marcos de ventanas o puertas, monturas o barandillas de escaleras pueden desmontarse y utilizarse en nuevas construcciones.
Clasificación y separación de residuos en obras
Una gestión adecuada de los residuos comienza con la clasificación y separación de materiales en el lugar de construcción. Lo primero que se debe hacer es separar los materiales reciclables de los no reciclables para facilitar su reutilización y disposición final.
Existen varios métodos para separar materiales como madera, plástico, hormigón y metal. Pueden utilizarse contenedores y sacos específicamente marcados para mantener todos los materiales separados y en orden, haciendo que su clasificación y recogida sea mucho más fácil.
Se puede también designar una zona de la obra para almacenar elementos de construcción que puedan volver a ser reutilizados como vigas, ladrillos o piezas de carpintería.
En algunos casos, la separación la pueden llevar a cabo operarios especializados o puede realizarse con máquinas y herramientas de separación mecánica. Algunos de estos sistemas de separación en obra son:
- Compactadores y trituradoras: sirven para reducir el tamaño de materiales como plásticos y cartón, haciendo que su transporte y reciclaje sea mucho más fácil.
- Separadores magnéticos: permite separar restos metálicos que se han mezclado con otros materiales gracias a un imán.
- Cribas vibrantes y tamices: ayudan a separar materiales y fragmentos de diferentes tamaños, como ladrillos o fragmentos de hormigón que pueden ser reutilizados posteriormente.
Ventajas de una gestión eficiente de los residuos
Las ventajas de una gestión eficiente de residuos en el área de construcción no solamente son de carácter ambiental, sino también en relación con los costes y la imagen de la empresa.
Algunas de las principales ventajas son:
- Reducción de costes: al reciclar y reutilizar materiales se reducen los costes de comprar materiales nuevos. Además, al hacer una correcta separación de residuos se disminuyen los costes asociados a su transporte y disposición.
- Disminución del impacto ambiental: una buena gestión hace que la cantidad de residuos que llegan al vertedero sea menor, disminuyendo la contaminación. Además la reutilización contribuye a disminuir las emisiones asociadas a la creación de nuevos materiales.
- Mejora de la imagen corporativa: llevar a cabo una gestión de residuos sostenible ayuda a fortalecer la reputación de una empresa. Puede llegar incluso a convertirse en un factor diferenciador de cara a la competencia.
- Evita sanciones: al cumplir con la normativa y hacer una correcta gestión de residuos, las empresas evitan sanciones económicas y problemas legales.
- Acceso a certificaciones: certificados y reconocimientos como el BREEAM se otorgan a construcciones que cumplen con los requisitos para ser consideradas construcciones sostenibles.
- Mayor eficiencia operativa: una buena clasificación y separación de residuos ayuda a mantener el sitio de construcción organizado y a reducir tiempos de gestión.
En Ansara Taladros trabajamos con un enfoque responsable en la gestión de residuos generados durante demoliciones, cortes y perforaciones de hormigón, garantizando un servicio eficiente minimizando el impacto ambiental.