Antes de profundizar en la técnica que debes seguir para cortar una viga de hormigón queremos destacar que esta no es una intervención cualquiera.
No es abrir un hueco en un tabique. Hablamos de uno de los elementos estructurales más críticos de una edificación. Y sí, a veces se puede cortar… pero no sin criterio técnico y mucho menos sin planificación.
¿Se puede cortar una viga de hormigón?
Sí, se puede cortar una viga de hormigón. Ahora bien, eso no significa que siempre deba hacerse. Las vigas están diseñadas para soportar cargas específicas, y tocarlas sin saber exactamente cómo se redistribuirán esas cargas es jugársela a que aparezcan fisuras, deformaciones o incluso un colapso parcial.
Lógicamente, hay casos en los que el corte está justificado, como lo es una reforma que implique una redistribución de cargas, o una partura parcial en una rehabilitación estructural.
Pero ojo: nunca lleves a cabo esta acción sin un informe de cálculo previo.
Ahora sí, vemos cómo cortar hormigón.
Métodos seguros para cortar una viga de hormigón
Dependiendo del tamaño, acceso y tipo de refuerzo interno, hay dos métodos que usamos en obra con garantía técnica:
1. Corte con sierra mural
El primero de ellos es el corte con sierra mural, que funciona especialmente bien en cortes verticales (generalmente hasta unos 70 cm de altura). Se caracteriza por:
- Se utiliza un disco diamantado montado en raíl, lo que da una precisión milimétrica.
- No genera vibraciones, lo cual es vital cuando hay riesgo en elementos adyacentes.
2. Corte con hilo diamantado
Este segundo método es el recomendado para el corte en vigas de gran sección o formas irregulares.
- Permite cortes profundos, sin límite teórico.
- Produce muy poco polvo.
- El ruido es mínimo (cuando se trabaja bien con aspiración).
Elegir una metodología u otra dependerá, lógicamente, de las necesidades del proyecto. Como profesionales en el corte de hormigón, podemos ayudarte con tu proyecto:
📞 689 24 22 68 – 917 963 806 | 📧 info@ansarataladros.com | 📍 Servicio nacional
Errores que seguimos viendo (y que conviene evitar)
Por más que se repita, todavía nos encontramos con intervenciones que ponen en riesgo la estructura por errores básicos. Veamos cuáles son los más comunes:
- Usar herramientas equivocadas: el error más habitual son esos intentos de corte con martillos o radiales. Además de ser poco precisos, generan vibraciones que terminan agrietando forjados, tabiquería o incluso instalaciones cercanas. Y como se suele decir, al final lo barato sale caro…
- Otro error muy habitual es no calcular la redistribución de cargas. En reformas sin supervisión técnica, suele ocurrir que se corta una viga sin tener claro qué está soportando. Y luego vienen las fisuras, los hundimientos o, directamente, la imposibilidad de continuar la obra.
A veces lo difícil no es cortar… es decirle al cliente que eso que quería no se puede hacer (al menos, no así).
- El tercer error a evitar es olvidarse de la seguridad. Como ya sabes, cortar sin aspiración, sin prever caída de escombros o sin tener en cuenta instalaciones activas (electricidad, climatización…) multiplica los riesgos. Y eso por no hablar del polvo de sílice, que puede ser un problema serio si no se controla bien.
Entonces… ¿cómo debes cortar una viga de hormigón?
Lo técnico no quita lo metódico. Es decir, que para cortar bien una viga de hormigón «tan solo» tienes que seguir los siguientes pasos:
- En primer lugar, mira qué función cumple esa viga. Como ya hemos señalado, antes de tocar nada, hay que saber si es estructural, cómo reparte las cargas y qué consecuencias tendría intervenirla.
- Haz los números. En Ansara Taladros siempre llevamos a cabo un informe de cálculo estructural que indique si es viable y qué tipo de refuerzo sería necesario (si lo es). A veces bastará con un apoyo temporal, otras veces habrá que colocar una viga metálica o reforzar con fibra de carbono.
- En tercer lugar, apea bien antes de cortar: esto es básico. Sin un sistema de apeo o desvío de carga, estás jugando con fuego. Es como operar sin anestesia: puede parecer que no pasa nada… hasta que pasa.
- A continuación, elige bien cómo cortar: ¿es una sección pequeña? ¿grande? ¿acceso difícil? Para eso están la sierra mural o el hilo diamantado, como explicamos en el artículo de cómo cortar hormigón. Cada uno tiene su sitio, y elegir mal te complica el trabajo (y el presupuesto).
- Revisa cuando termines: una vez retirada la viga, hay que comprobar que todo sigue tal como estaba previsto en cálculo. Solo entonces puedes darlo por finalizado.
Además, es importarte que cuides el entorno, y protejas lo que hay alrededor. Que no se llene todo de polvo, que no caigan cascotes, que nadie corra riesgos innecesarios. Cerramientos, aspiración, señalización… todo suma.
Y por último, te recomendamos cortar con calma: sin prisas, paso a paso. Aquí no vale meterle máquina y ya está. Se trata de intervenir de forma controlada, garantizando que todo lo que rodea a la viga se mantiene estable.
¿Qué herramienta usar según el tipo de viga?
Como no todas las vigas se cortan igual, debemos utilizar una herramienta y otra en función del tipo de viga. Hemos preparado esta tabla para ayudarte a tomar la mejor decisión:
Tipo de viga | Método recomendado | Profundidad | Vibración | Precisión |
---|---|---|---|---|
Hormigón armado <50 cm | Sierra mural | Hasta 70 cm | No | Alta |
Hormigón armado >50 cm | Hilo diamantado | Ilimitada | No | Muy alta |
Sección irregular | Hilo diamantado | Ilimitada | No | Muy alta |
Cortes parciales | Sierra mural + disco segmentado | Hasta 30 cm | No | Media |
En definitiva… cortar una viga no es solo hacer un corte
Como solemos repetir, detrás de cada corte en una viga hay cálculos, refuerzos y protocolos (además de una amplia experiencia).
Si estás valorando intervenir una, habla antes con profesionales que sepan lo que hay detrás de cada centímetro de hormigón. Nosotros llevamos más de 15 años haciéndolo con rigor y sin improvisaciones.
¿Tienes una viga que cortar? No te la juegues. Contacta con nosotros sin compromiso, y te diremos si se puede… y cómo hacerlo bien.